El hábitat donde nació ese sueño de apoyar incondicionalmente a la Selección Colombia se dio aquí en el Estadio Metropolitano Roberto Meléndez. Parado desde la tribuna, desde las gradas donde El Cole sufre, grita, ora y vive los momentos más apasionantes de su vida.
En este lugar, El Cole recordó las locuras más grandes que ha hecho por la tricolor al querer darle vida a ese cóndor que representa en los Mundiales cuando llegó a colgarse exponiendo su vida.
Para él su personaje se “ha convertido en un icono, en un emblema, en una simbología porque ya siento que pertenezco a la familia del fútbol”.
Un hincha que siempre quiere transmitir un mensaje de apoyo, de admiración, de pasión y de victoria.